Seleccion de Futbol de Argentina

Batalla campal: la desconocida historia de la primera final entre la Selección Argentina y Brasil

El equipo de Lionel Scaloni disputa este sábado la final de la Copa América en el Maracaná. 

Por Matias García

El equipo de Lionel Scaloni disputa este sábado la final de la Copa América en el Maracaná. 
El equipo de Lionel Scaloni disputa este sábado la final de la Copa América en el Maracaná. 
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Luego de eliminar por penales a Colombia de las semifinales, con un actuación estelar de Emiliano Martínez, la Selección Argentina se enfrentará este sábado contra Brasil en la gran final de la Copa América, en el Maracaná de Río de Janeiro desde las 21. 

Sin lugar a dudas, se trata de uno de los partidos más vistosos del continente. Es que el clásico sudamericano entre las dos selecciones más ganadoras del continente tiene un largo historial, cargado de encuentros que quedaron para siempre en las páginas doradas de la historia. 

En ese sentido, uno de los enfrentamientos más llamativos, aunque poco conocido, es el de la final del antiguo Campeonato Sudamericano 1937. En aquella final, se desató una batalla campal que terminó con la suspensión del partido, que se definió agónicamente en el tiempo suplementario. 

 

 

El 1 de febrero en el Viejo Gasómetro de San Lorenzo, la Argentina se enfrentó ante Brasil por la final del certamen. Según retratan las crónicas de la época, el partido comenzó con un clima de tensión en las tribunas y un juego violento por parte de los futbolistas en el campo de juego. 

En un momento, el argentino Francisco Varallo respondió a una agresión recibida del brasileño Alfonso y reaccionó tirándose con las dos piernas hacia los tobillos del rival. En ese entonces, los jugadores protagonizaron una pelea multitudinaria ante la mirada de los espectadores. 

El árbitro suspendió el partido durante 35 minutos, aunque luego de reanudó tras la insistencia de los dirigentes de ambas selecciones. Tras un empate sin goles en el tiempo regular, hubo tiempo suplementario. Fue entonces cuando Vicente De La Mata convirtió un doblete en cuatro minutos y selló el 2-0. 

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