No es para nada sencilla la vida del futbolista promedio. Si bien en las últimas décadas sus salarios aumentaron considerablemente, es apenas un bajo promedio que tiene la "vida salvada" una vez que dejan la actividad. Es por eso que al colgar los botines muchos optan por seguir dentro del deporte: Directores técnicos, representantes, dirigentes políticos y demás oficios son los más escogidos. Pero eso no es para todos, ya que una gran parte se abruma del fútbol tras varios en él.
Entre los miles de ejemplos que pueden existir, hay uno de ellos que está bien cerca para todos los argentinos. Corría la década del '90 y todos conocían a Sandro Guzmán, quien era el eterno arquero suplente de José Félix Chilavert en Vélez Sarsfield. El gran nivel del paraguayo hizo que tenga realmente pocas posibilidades de ser titular, por lo que decidió salir del Fortín. Antes de ello, formó parte del elenco campeón de la Copa Libertadores y de la Intercontinental en 1994, de la mano del gran Carlos Bianchi.
Su paso siguiente fue a Boca Juniors, quien no lograba dar en la tecla con el reemplazo de Fernando Navarro Montoya en su portería. Sin embargo y más allá de tener su oportunidad debajo de los tres palos, sus flojas actuaciones hicieron que el Xeneize busque otras opciones, como Roberto Abbondanzieri y posteriormente Óscar Córdoba. Allí empezó la debacle de Guzmán, quien se terminó retirando años después en Deportivo Español. A dos décadas de esta situación, su vida tomó un giro tan inesperado como sorpresivo.
En una entrevista que le brindó a Todo Noticias, el ex guardameta detalló todas las profesiones que tuvo en su vida hasta llegar a lo que hace actualmente. “Después de jugar al fútbol tuve un kiosco durante 8 años en donde me fue muy bien, pero no me terminaba de llenar. Recordando mi etapa como futbolista reconocí que me gustaba la kinesiología y toda esa parte de recuperación del jugador, así que consideré que podía se útil en esta profesión”, expresó.
Luego abordó la parte fea del deporte, la cual sostiene que lo abrumó: "Tuve la suerte de estar en grandes clubes como lo fue Vélez, Boca, un montón de experiencias. Haber participado de ese plantel tan glorioso como el de Vélez campeón del mundo, detrás de un gran arquero como José Luis Chilavert fue algo impresionante. Pero bueno, el tiempo pasó y digamos que como deporte me dejó de gustar", admitió Guzmán.
Ahora el campeón del mundo se dedica a la osteopatía. Sostiene que lo hace porque siente que así puede ayudar a la gente, algo que lo motiva desde que era joven. “Desde chico siempre tuve un costado muy sensible con algunas cosas y creo que este es un lugar para ayudar. Acá vienen personas con problemas de columna, de rodilla, pero también viene gente con ciertos problemas emocionales y espirituales en los que también tratamos de ayudar. Muchas veces dejamos la osteopatía de lado para ser psicólogos”, cerró para el medio citado.
14/11/2024
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