Por Leonardo Garcia
Las benditas noches de Copa Libertadores de América siempre dejan mucho material que será recordado por generaciones. Una de esas jornadas sucedió el 8 de mayo del 2008 cuando River Plate y San Lorenzo se enfrentaron por octavos de final. Este correspondía al duelo de vuelta, en donde el conjunto de Diego Simeone tenía la necesidad el 1-2 en contra del Nuevo Gasómetro, pero todos confiaban en que sus figuras dieran el golpe con la gente a su favor.
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Los del Cholo tenían jugadores de calibre mundial como Sebastián Abreu, Alexis Sánchez, Radamel Falcao García y el propio entrenador. La gente también hizo lo suyo en el estadio Monumental y le dio una bienvenida tremenda a equipo, con fuegos artificiales y canciones que resonaban extremadamente fuerte. Tras el inicio del duelo River fue una tromba, atacando una y otra vez el arco de Agustín Orión.
Tal es así que a los 12 minutos del primero tiempo, Matías Abelairas adelantaba al Millonario y con las cosas 2-2 en el global, River pasaba a cuartos gracias al tanto de visitante. En el medio, San Lorenzo se quedó con dos jugadores menos por las rojas a Jonathan Bottinelli y Diego Rivero. ¿Querés más? Abreu marcó de penal otro gol y el asunto parecía cocinado, pero el fútbol siempre te da sorpresas.
El Ciclón sintió que las expulsiones eran injustas y sacaron dentro suyo un espíritu de lucha envidiable: Atacaban tanto que parecían tener 11 jugadores como sus rivales, al punto de que Gonzalo Bergessio anote dos goles en un abrir y cerrar de ojos: Uno fue a los 69 minutos de partido y el otro a los 72, dejando mudos a todos los hinchas. Tras finalizar el partido, el DT de San Lorenzo era Ramón Díaz y describió ese momento como un "silencio atroz", frase con la que se conoce tan fatal noche para los de Núñez.
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Lavandina tuvo un muy buen paso por el fútbol, en donde vistió camisetas muy importantes. Tras esto fue vendido al Saint Etienne de la Ligue 1, y luego jugó en Catania, Sampdoria, Atlas de México, Vélez Sarsfield, Nacional y Platense. Finalizó su carrera casi entre las sombras en 2023, cuando jugó para Tristán Suárez en el ascenso argentino. Una joyita en su carrera fue que Diego Maradona lo citó inesperadamente para la Selección Argentina en 2009, en donde lejos estuvo de esconderse y anotó un doblete ante Panamá. Nunca volvió a la convocatoria.
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