Por Matias García
Luego de perder en la definición por penales ante Atlético Mineiro, en Belo Horizonte, y quedar eliminados de los octavos de final de la Copa Libertadores de América, los futbolistas de Boca Juniors, junto a algunos dirigentes, protagonizaron un violento enfrentamiento con la policía brasileña.
Es que el clima ya estaba tenso luego de que en el partido de ida, en La Bombonera, el VAR le anulara un gol al Xeneize por una inexistente falta ofensiva de Norberto Briasco. La gota que rebalsó el vaso fue la invalidación del tanto de Marcelo Weigandt, en el Mineirao, por un milimétrico fuera de juego de Diego "El Pulpo" González.
Por eso, en el camino a los vestuarios, varios jugadores y miembros del Consejo de Fútbol entablaron un fuerte cruce con la seguridad del lugar, que respondió con gas pimienta. Todo terminó en la comisaría, con ocho imputados: Fernando Gayoso (entrenador de arqueros), Leandro Somoza (ayudante de campo), Carlos Izquierdoz, Raúl Cascini (Consejo de Fútbol de Boca), Marcos Rojo, Sebastián Villa, Carlos Zambrano y Javi García.
A pesar de que las imágenes muestran el comienzo de la discusión, que luego empeoró al punto de que volaron vallas y demás objetos, la falta de sonido hace que sea imposible determinar cuáles fueron los comentarios que desencadenaron la disputa.
Sin embargo, Mariano Herrón, ayudante de campo de Miguel Ángel Russo, habló con La Voz del Estadio y contó el motivo que generó la reacción: "Fue un papelón lo que pasó ayer en Brasil. Siempre cuando vas allá la pasas mal pero como ayer nunca me había pasado. Nosotros reaccionamos después de la cargada del presidente de Atlético".
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