Por Ramiro Diaz
Sergio Romero difícilmente pueda recomponer su relación con los hinchas de Boca Juniors tras el escándalo que protagonizó después del Superclásico frente a River Plate en el que el Xeneize cayó 1-0 de local y que terminó con el ciclo de Diego Martínez, quien se fue una semana después. En ese encuentro, no logró contenerse y se enfrentó a algunos plateístas que lo insultaban tras la derrota. Si bien ninguna de las partes estuvo bien, como profesional, se esperaba que Romero mantuviera la calma, lo que no sucedió. Su reacción generó aún más críticas de los fanáticos, quienes ya lo cuestionaban por su bajo rendimiento a lo largo de la temporada.
La dirigencia de Boca Juniors tomó cartas en el asunto tras el pésimo comportamiento del subcapitán y decidió suspenderlo por dos partidos. Sin embargo, según información brindada por periodistas partidarios del club, es probable que no vuelva a atajar y que en 2025 vayan en busca de otro arquero. Los nombres que han sonado hasta el momento para reemplazarlo son Washington Aguerre (Peñarol), Guido Herrera (Talleres) y Rodrigo Rey (Independiente).
En los próximos días se sabrá si esto será cierto, ya que Boca jugará frente a Tigre el sábado 15 de octubre en Victoria. Para entonces, Chiquito Romero ya tendrá la posibilidad de ser convocado nuevamente, tras cumplir las dos fechas de suspensión. No obstante, Leandro Brey ha puesto en aprietos al cuerpo técnico, encabezado actualmente por Mariano Herrón, debido al gran nivel que demostró frente a Argentinos Juniors el domingo pasado, y previamente también tuvo una destacada actuación contra Belgrano, a pesar de la derrota en Córdoba.
La postura de los hinchas es clara: prefieren que ataje Brey y que Romero no vuelva a ser titular. El contrato de Chiquito se extiende hasta diciembre de 2025, y ya tomó una decisión sobre su futuro tras los rumores de una posible salida. Según el periodista Gastón Edul, el exarquero de la Selección Argentina no tiene intenciones de dejar el club y está decidido a revertir la situación.
“Esta situación lo angustió, porque él quiere seguir en el club. No le da lo mismo”, comentó Edul. Y agregó: “No dice: listo, es un ciclo cumplido, me voy para otro lado. Es lógico si la relación con la gente se rompió, pero eso no depende de él”.
Los dirigentes deberán tomar otra decisión importante porque Romero, a pesar de lo que hizo, no deja de ser un referente en el plantel.
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