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No es Zambrano: el peruano que vivió un infierno en Boca porque le hacían bullying

Este jugador estaba lleno de condiciones y Carlos Bianchi lo había elegido para que se quedara en Casa Amarilla.

Por Pedro Ramirez

El peruano que se fue de Boca por bullying y no es Zambrano
El peruano que se fue de Boca por bullying y no es Zambrano
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Perú ha aportado importantes jugadores a Boca Juniors a lo largo de la historia. Actualmente destaca Luis Advíncula como lateral derecho, pero lo cierto es que previamente también pasaron emblemáticos futbolistas de la Blanquirroja como Carlos Zambrano o Nolberto Solano. Además, también sonaron otros como Paolo Guerrero o Christian Cueva, pero hubo otro que sí llegó a estar en Casa Amarilla y tuvo que escapar de allí porque vivía un infierno.

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Se trata de Jean Deza, uno de los extremos con más condiciones que ha visto Perú en los últimos años, pero que no logró explotar su carrera por malas decisiones. Este atacante llegó a jugar en el Montpellier de Francia, pero cuando era un adolescente tuvo una prueba en el Xeneize en la que brilló y se quedó por pedido expreso de un tal Carlos Bianchi. Apostá en Betsson a los partidos de las mejores ligas internacionales y duplica tu saldo hasta 50.000 pesos en tu primer depósito.

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El infierno que vivió Jean Deza en Boca Juniors

El propio futbolista contó detalles de esa etapa en el Xeneize en el programa 'La fe de Cuto'. Comentó que tuvo una prueba en la que convirtió dos goles y el propio Bianchi lo llamó a una oficina y aseguró: 'El peruano tiene que quedarse'. Tras eso, se sumó a la pensión en casa amarilla, pero fue entonces cuando comenzó el calvario.

"Los argentinos entre ellos se cuidan. No somos como acá. Yo no podía hablar ahí. Me decían ‘Cállate, peruano’. En mi categoría estaba Leo Paredes, pero me hicieron la vida imposible. Íbamos al colegio y el primer día, cuando fui por el desayuno me siento en una mesa y todos se paran, me dejaron comiendo solito. Sabían que yo iba a quitarle el puesto a uno de ellos. Estuve comiendo solo durante días, hasta que dos de Córdoba se me acercaron y nos conocimos", comenzó contando.

Y completó: "¿Sabes lo que me hacían? Echaban agua a mi colchón, me quemaban mis cuadernos. Los domingos hacían parrilla con su fernet. No me invitaban, me dejaban ahí con el colchón mojado, no dejaban que use la piscina. Me hicieron la vida imposible, viejo, hasta que ya no me aguanté. Me ponía los audífonos para comunicarme con mi madre y venían y me los quitaban. No aguanté, estaba hablando con mi madre, me fui contra uno y me sacaron la put...".


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