Por Andres Fuentes
Inicialmente, Marcos Rojo iba a ejecutar el cuarto penal de la serie de Boca Juniors ante Almagro ayer en La Rioja. Sin embargo, sobre la marcha y a razón del remate errado del uruguayo Miguel Merentiel al travesaño, Nicolás Figal le pidió cambiar el orden de ejecuciones al capitán y el defensor zurdo aceptó sin problemas.
El Xeneize arrancó el primer tiempo jugando muy bien contra un rival que está peleando por no descender a la Primera B Metropolitana. Ezequiel Bullaude y Lucas Blondel pusieron la ventaja para el conjunto de Jorge Almirón y la superioridad era muy notoria. Se tradujo en la red lo mostrado en el campo de juego.
Sin embargo, el segundo periodo fue totalmente diferente y bastante pobre para Boca. En pocos minutos de diferencia, el duelo pasó de estar controlado y casi ganado a estar empatado 2 a 2 porque, en dos contras, el club bonaerense lo igualó con dos zapatazos. Y eso no fue todo: los cambios no dieron resultado y las chances sobre el final del encuentro para el combinado auriazul no terminaron en goles.
Bajo un sol sofocante y con una temperatura que superó los 30 grados en la provincia norteña, Marcos disputó el encuentro con una remera térmica debajo de la camiseta. Al finalizar el encuentro, la transmisión oficial le consultó por qué jugó de esta manera, a lo que el también lateral respondió: “En el primer tiempo la pasé mal, hacía calor pero es una costumbre que tengo de Inglaterra”.
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