Por Ramiro Diaz
La derrota de Boca Juniors ante River Plate en La Bombonera dejó un ambiente tenso y hostil entre los aficionados del Xeneize. El equipo cayó 1-0, lo que no solo representa un golpe en la rivalidad histórica, sino que también complica seriamente sus aspiraciones en la Liga Profesional y la Copa Libertadores. Con este resultado, el conjunto de Núñez se posiciona favorablemente, sumando su segundo triunfo consecutivo y preparándose para los cuartos de final de la Copa Libertadores.
Los hinchas de Boca están descontentos con el rendimiento del equipo dirigido por Diego Martínez. A pesar de haber comenzado el 2024 con buenas expectativas, los resultados han sido decepcionantes y los objetivos no se han cumplido. Esta reciente derrota pone en riesgo su clasificación a la próxima Copa Libertadores y los aleja aún más de la lucha por el campeonato.
La reacción del público fue contundente; una parte de la platea silbó e insultó a los jugadores, lo que provocó la ira de Chiquito Romero, arquero y subcapitán del equipo. En un intento por defender a sus compañeros, Romero se enfrentó a los hinchas descontentos, lo que generó un momento de tensión que pudo haber escalado aún más si no hubiera sido separado. Este episodio refleja la frustración acumulada entre los seguidores, quienes ven a Romero como uno de los jugadores más criticados en las últimas semanas.
Con el futuro incierto y con la gente cada vez más impaciente, Boca Juniors deberá encontrar respuestas rápidas para revertir esta situación antes de que sea demasiado tarde, aunque habrá que ver que pasa con el entrenador tras una derrota de la que no va ser fácil salir.
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