Ricardo Bochini hubiera sido el mejor futbolista del mundo si jugaba junto a Messi

Creo que tras la caída dolorosa de Independiente ante River Plate, es un buen momento para recordar la enorme figura que fue Ricardo Bochini. Eran tiempos dorados para el Rojo, quien en tan solo 25 años levantó nada menos que siete Copas Libertadores, un récord que mantiene hasta el día de hoy y es amenazado por Boca Juniors. El Bocha es por lejos el mejor jugador en la historia del club de Avellaneda, levantando cinco trofeos continentales y además, con dos intercontinentales.

Si bien hay otros grosos como Arsenio Erico, máximo goleador de la historia del Fútbol Argentino con 293 goles, el ex número ‘10’ era el mejor pasador de pelota de todo el planeta. Semejante al estilo de Juan Román Riquelme, en este caso Bochini era más de picar más y llegar al borde del área, dejando una cantidad infinitas de asistencias. Pero a asistencias me refiero a pases quirúrgicos de gol, no como ahora que a cualquier córner o tiro libre indirecto cuenta como tal.

Volviendo al Bocha, era un 10 ofensivo, gambeteador y que iba bien para adelante, jugando bien lejos del círculo central o los volantes de contención. Además, su cuota goleadora era muy buena y efectiva. Entonces si él jugara en esta Selección Argentina junto a dos delanteros y Lionel Messi, se cansaría de hacer pases-gol y desplegar toda su magia. Para los más chicos, el estilo de Andrés Iniesta era casi similar a la de esta leyenda de tierras albicelestes, en donde hizo lo que quiso.

El paso de Ricardo Enrique Bochini por la Selección Argentina: Campeonato del mundo y falta de oportunidades

Lo cierto es que Bochini tuvo una carrera en la selección marcada por las intermitencias. A lo largo de su trayectoria fue convocado varias veces para la Albiceleste, pero nunca terminó de ganarse la preferencia de los técnicos que lo dirigieron. En total fueron 28 cotejos, entre competencias oficiales y amistosos. Es campeón del mundo por haber formado parte del mundial de 1986, en donde solo disputó minutos frente a Bélgica. Una leyenda que compitió con otros enganches de la época.