Por penales, Boca eliminó a Racing y es semifinalista de Copa Libertadores

El partido de vuelta de cuartos de final de Copa Libertadores entre Boca Juniors y Racing Club tuvo varios condimentos extra futbolísticos en la previa. Pero una vez que el árbitro uruguayo Matonte ejecutó el pitazo inicial, las especulaciones murieron y la hora de la verdad llegó. El partido de ida, el cual finalizó sin goles, dejaba la serie abierta para cualquiera de los dos equipos.

El primer tiempo en el Cilindro de Avellaneda evidenció una notoria superioridad de La Academia con un tiro de Maxi Romero en el palo y un gran remate de Juan Fernando Quintero que pasó al lado del ángulo derecho de Sergio Romero. A diferencia de su rival, el Xeneize no avanzó hasta tres cuartos del campo contrario, con Edinson Cavani bajando mucho hasta mitad de cancha y el resto de sus compañeros muy retrasados.

El inicio de la segunda etapa marcó un quiebre en el duelo: la lesión de Aníbal Moreno en el conjunto bonaerense dejó sin movilidad a su equipo. Y Boca empezó a tener espacios y llegadas: un par de centros venenosos de Lucas Janson y una clara chance de Cavani a las manos de Gabriel Arias. Los cambios que realizó Almirón en el entretiempo le dieron otro aire y una postura más ofensiva con las líneas 15 metros más adelante.

Ya sobre los minutos finales del encuentro crucial, ambos regularon y, producto del cansancio, el duelo se hizo chato y muy lento. Las ocasiones de gol brillaron por su ausencia y, con el paso del tiempo, los penales eran vistos con más cariño que antes del inicio del partido. Y las últimas modificaciones se basaron, en parte, en ese ítem. 

Palmeiras, el próximo rival en el camino a la gloria eterna

El siguiente escollo para Boca será Palmeiras de Brasil, a tan solo tres partidos de ganar la Copa Libertadores de América. El conjunto paulista venció 4 a 0 a Deportivo Pereira de Colombia en el global, tras igualar sin goles hace un rato en su estadio. Por último, la llave entre el Xeneize y el combinado brasileño se definirá en San Pablo.