Por Leonardo Garcia
Boca Juniors jugará la gran final de la Copa Libertadores de América el próximo sábado 4 de noviembre contra el Fluminense en el estadio Maracaná. La ilusión para ganar la Séptima es total y todo dato que parece dando vueltas por ahí es tomado como una coincidencia que los hinchas eligen creer. En ese sentido en las últimas horas se produjo el ascenso de Independiente Rivadavia de Mendoza a la Primera División del fútbol argentino. Por lo que a partir de 2024 estará jugando contra los mejores equipos del país.
La Séptima es la obsesión de todo hincha de Boca que sueña con poder levantar esa bendita copa que se le viene negando desde hace 15 años. De hecho ya jugó otras dos finales donde no pudo lograr el objetivo de convertirse en el equipo más ganador a nivel continental. Esta vez con Juan Román Riquelme en la dirigencia, con Jorge Almirón como DT y con un equipo con varias figuras y chicos de inferiores, quieren darle gran golpe y quedarse con el título.
Está claro que el equipo de Almirón no llegó a la gran final demostrando gran jerarquía ni mucho menos, y de hecho avanzó tres series por tiro desde el punto del penal. Sin embargo el rival que tiene enfrente tampoco es ningún cuco ni nada por el estilo y los fanáticos se ilusionan con los diferentes datos que son coincidencias para la consagración del equipo azul y oro en el Maracaná. Se sabe que habrá cerca de 100 mil hinchas de Boca en las inmediaciones.
Con el ascenso de Independiente Rivadavia a Primera División se conocieron dos datos que funcionan como coincidencias. Es que en 2007 el ex Boca Diego Cagna ascendió como DT de Tigre, mientras que ahora el ex jugador azul y oro, Alfredo Berti, es el técnico de los mendocinos. Por otro lado, en 2007 se había dado el último ascenso de IRM y ahora se repite. ¿Ganará el Xeneize la Copa?
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