Por Federico Bulos
Chelsea enfrentó al Manchester City en el marco de las semifinales de la FA Cup. Ambos equipos se vieron las caras en Wembley con Enzo Fernández y Julián Álvarez como titulares. Ahora bien, contra todo pronóstico, las chances más claras fueron para Chelsea e incluso a los dirigidos por Mauricio Pochettino no le concedieron un claro penal.
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En el segundo tiempo, Cole Palmer ejecutó un tiro libre que se desvió en el brazo de Jack Grealish claramente separado de su cuerpo, pero el VAR no invitó al árbitro del encuentro -Michael Oliver- a revisar la jugada y los de Londres se vieron perjudicados por el error arbitral.
Ahora bien, a pesar de las quejas fundamentadas, lo cierto es que el principal enemigo por el cual Chelsea no consiguió abrir el marcador en todas las chances claras que tuvo fue un propio jugador del conjun Blue. Más precisamente, el delantero Nicolas Jackson.
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En la primera mitad, el volante de la Selección Argentina dejó a su compañero mano a mano con Stefan Ortega, aquero del Manchester City, con un preciso pase largo desde atrás de mitad de cancha. Sin embargo, el senegalés demoró en la definición, eludió al arquero y terminó entregando mal la pelota en la continuación de la jugada. No obstante, eso no fue lo único: Jackson se perdió otros dos goles en el segundo tiempo.
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